Volvimos a celebrar otra Noche de San Juan. Una verdadera fiesta que cada año nos gusta más organizar, por la energía y misticismo que se vive únicamente en esta ocasión tan especial, donde la noche más larga del año nos contagia con su magia.
La acogedora Bodega Casa Grande fue el escenario que nos recibió, una bodega amiga en la que siempre nos sentimos como en casa.
Participamos del clásico ritual de la hoguera, al son de gaiteros gallegos en vivo, donde ofrecimos escrito al fuego junto con ramas de pino, todo aquello que queríamos atraer para el próximo año, según varias tradiciones paganas.
Posteriormente disfrutamos de una exquisita cena acompañada de una gran selección de vinos de la bodega, en el taller de pintura de Francesca Dito, esposa de Washington y madre de Florencia y Fabrizio, uno de los pilares de la bodega.
Con una increíble convocatoria, todo fue alegría, música, color, calor, magia y un regalo para nuestro corazón para cada uno de los que formamos parte de esta noche única.
Solo nos queda agradecer a la familia increíble de bodega Casa Grande: Washington, Francesca, Florencia y todo el equipo de la bodega por abrirnos las puertas de su casa y cuidar todos los detalles de para que tuviésemos una velada memorable. También a Carlos, Gastón y Carolina, que nos llenaron de alegría con su inconfundible música, a Popi de Confitería Oriental por la deliciosa gastronomía, a nuestra amiga Mariella Pizzorno por guiarnos en el ritual del fuego para que nuestros deseos sean escuchados. Y por último y lo más importante, a todos los amigos que nos eligieron para celebrar esta noche con nosotros y agotaron los lugares en poquitos días.
Felicidad y gratitud total!
Hasta la próxima Noche de San Juan!
Foto: Tavis Davidson
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