El pasado sábado 19 de Noviembre visitamos por primera vez el Viñedo Barras de Mahoma, ubicado en las Sierras de Mahoma, en el departamento de San José, donde además de la vitivinicultura, el campo familiar se dedica a la ganadería, agricultura y forestación.
Un poco de información sobre ellos:
En el año 2001 la familia propietaria, debido al gran potencial de estas tierras para el cultivo de la vid, decide hacer la primera plantación de viña de tres cepas tintas: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Tannat.
De su terroir privilegiado emergió el mejor Cabernet Sauvignon del Uruguay, según la Guía Descorchados 2022 con 92 puntos. Todo un logro para esta variedad que cada vez se produce menos en el país, pero que la región de Sierras se Mahoma ha resultado ser el lugar ideal para producirla, expresando todo lo mejor de la variedad, con gran estudio y minucioso trabajo del Ingeniero Agrónomo, Mario Rappa.
Fuimos recibidos por los directores de este proyecto que no ha parado de crecer: Silvina Delafond y Mario Rappa. Nos estaban esperando con livings y una mesa increíble a la sombra del gran plátano que se encuentra en el jardín de la casona familiar.
Allí degustamos una rica picada con dos de sus vinos antes de salir a recorrer el viñedo.
Posteriormente nos dirigimos con Mario a la viña y tuvimos la posibilidad de participar del desbrote de los racimos junto a Alberto, el encargado del viñedo.
Luego de eso, Silvina nos estaba esperando junto a su equipo con un exquisito almuerzo campestre con productos típicos de la zona que acompañamos con toda la variedad de los vinos de la bodega, incluidos el Mejor Cabernet Sauvignon del Uruguay y su vino ícono: Amadeus.
Para el café, además nos prepararon pasta frola de dulce de membrillo y dulce de leche, una exquisitez!
Fue un encuentro sumamente íntimo y especial, donde nos sentimos agasajados como si estuviéramos visitando casa de amigos.
Pero el día no terminó allí, ya que que muy cerca del viñedo se encuentra la localidad de Mal Abrigo, cuya estación de ferrocarril fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Allí pudimos recorrer unto al guía local Leandro Camy, la antigua estación, los andenes, la plataforma giratoria, el galpón de máquinas y el tanque de agua, entre otras instalaciones, además de visitar artesanos locales que ofrecen productos caseros.
Y como gran sorpresa del día, Leandro nos llevó a conocer la bodega de su familia, que lleva el nombre de Bodega y granja Tomasa y fue inaugurada en 1936.
Cerrada desde hace mas de 50 años, permanece en intactas condiciones desde 1971, cuando operó por última vez, y fue abierta especialmente para que podamos visitarla, con el gran plus de que también nos acompañara José Salinas, quien trabajó en la bodega por mas de 40 años.
Poder tener el privilegio de conocer un lugar así fue completamente inédito y muy valorado por todos nosotros.
Fue un día completamente especial con todas las vivencias que tuvimos, acompañados por un grupo humano maravilloso.
Qué mas podemos pedir?
Simplemente agradecer a todos los que formaron parte de este día inolvidable.
Fotos: Tavis Davidson