El pasado sábado la primavera brilló en todo su esplendor en Bodega Spinoglio.
Visitamos esta bodega que nos encanta, por su mezcla tradicional y moderna, su carácter familiar pero profesional y porque siempre nos reciben y nos hacen sentir como en casa.
Comenzamos recorriendo la viña de la mano de una de nuestras anfitrionas, la enóloga Cecilia Baldi, con quien aprendimos sobre el origen del viñedo, la bodega, los tipos de uva y los procesos que utilizan.
Lugo visitamos la sala donde aún se mantiene intacta la maquinaria que se utilizaba originalmente para la producción manual, que si bien ahora obviamente está en desuso, se puede ver su funcionamiento.
La cava del 1900 fue nuestra siguiente parada. Bajando las escaleras ya se puede sentir el cambio de temperatura acorde para la estacionalidad de las barricas y al llegar lo que se ve es impactante. La imponente cava de robusta construcción con los enormes toneles aun preservados allí, incluido el Tonel 10, con una capacidad para 27.000 litros, fue nuestro lugar elegido para hacer una degustación de los vinos más emblemáticos de la bodega, acompañados de una riquísima selección de quesos, fiambres, panes caseros y frutos secos.
Diego Spinoglio, cuarta generación de la bodega, se sumó a nosotros en la degustación y nos contó acerca de cada uno de los vinos elegidos. Los más elogiados por los visitantes fueron el Tannat de la línea que lleva su nombre (Diego Spinoglio) y el clásico indiscutido Tonel 10.
Posteriormente, en el restaurante de la bodega, Monfrá (que en lengua piamontesa, de donde es originaria la familia, significa Monferrato), disfrutamos de un almuerzo gourmet maridado con nuestros vinos preferidos.
El inmenso parque rodeado de árboles y flores, fue el lugar elegido para la sobremesa y para seguir disfrutando de tan lindo día de primavera.
Muchas gracias a nuestros anfitriones y a todos los amigos que una vez más nos
acompañaron.
Hasta la próxima visita!!!!