El pasado sábado 17, en un día más cálido de lo habitual para la época, visitamos los viñedos de la Bodega Cerro del Toro.
Esta visita nos hizo sentir más exploradores que nunca, les contamos por qué.
Cerro del Toro es una bodega tan joven, que por ahora solo tiene viñedos, no han construido aún su bodega. Hasta ahora han producido sus vinos en bodegas de la zona, pero tienen como proyecto a corto plazo construir la bodega en el Cerro junto a un restaurante y sala de degustación para recibir visitantes.
Nos encantó ser testigos de este proceso y visitar el viñedo antes que eso suceda!!
Esta bodega pertenece a la familia japonesa Kambara, que posee una superficie de 800 hectáreas en la ladera del Cerro del Toro desde hace más de 30 años, pero que recién hace muy poco decidieron cumplir su sueño de producir vinos uruguayos, plantando 28 hectáreas de viñedo, aprovechando el microclima atlántico y pendientes, a escasos 2 km de la costa.
Este viñedo es hoy el más cercano al Oceáno Atlántco del Uruguay y el segundo más grande de Maldonado, después de Bodega Garzón.
Entre sus variedades encontramos Albariño, Chardonnay, Viognier, Pinotgrigio, Tannat, Merlot, Pinot noir, Cabernet Franc, Syrah y Petit Verdot.
Martín Viggiano, el enólogo a cargo del proyecto, nos contó de primera mano todos los secretos de esta producción que está dando que hablar y sorprendiendo a través de sus vinos.
En el viñedo disfrutamos de una mesa de campo llena de cosas ricas a cargo de BO´PAN, acompañada de sus vinos y luego nos dirigimos al restaurante Los Charrúas en el balneario Solís, para almorzar y seguir disfrutando de sus vinos.
Muchas gracias a Andrés Larrosa de Bodega Cerro del Toro por cuidar de cada detalle de nuestra visita y en especial a todos los amigos que una vez más, se sumaron para seguir explorando con nosotros.