En el pasado mes de Setiembre, realizamos el primer viaje internacional de Wine Explorers.
Visitamos la ciudad de Mendoza, Argentina, en la que recorrimos durante 5 días, 10 bodegas diferentes entre sus 3 regiones vitivinícolas más importantes: Valle de Uco, Maipú y Luján de Cuyo.
A continuación les contamos en detalle sobre ellas y lo mas destacado de cada una de las 10 bodegas que conocimos, en el orden que las fuimos visitando.
Fue la bodega con la que inauguramos nuestro viaje, hoy una de las más antiguas y prestigiosas de Argentina.
Respecto a qué destacaríamos sobre esta bodega: difícil solo una cosa. Sus alrededores son magníficos, sus vinos y su gastronomía 11 puntos (la empanada mendocina más rica - uno de los 4 pasos del menú- la comimos ahí).
Además, su dueño cubano Guillermo García Lamadrid, nos recibió en persona y la historia que lo llevó hasta Mendoza nos dejó a más de uno con un lagrimón.
Es muy difícil superar una experiencia donde el propio dueño te recibe.
Dicen que la primera impresión es la que cuenta.... esta fue la primera bodega que visitamos y ya dejó nuestra vara bien en alto.
Una especie de bodega 11 pero en segundo lugar (ya que se cuela a las 10 bodegas del itinarario) fue la prestigiosa y premiada bodega orgánica Domaine Bousquet, ya que las dos primeras noches nos alojamos en su lodge ubicado entre los viñedos y a pocos metros de la bodega: Gaia Lodge. Está emplazado a los pies de la inmensidad de la Cordillera de los Andes con impresionantes vistas, rodeado de naturaleza. La vista desde nuestras habitaciones parecía un cuadro pintado de la cordillera.
El hotel cerró exclusivamente para nosotros. Pudimos recorrer la bodega orgánica y en nuestra primera noche, disfrutar una increíble cena en su restaurante con cocina de autor que realmente fue algo que superó todas nuestras expectativas. Súper recomendado, tanto para alojamiento como para visitar su bodega.
Una bodega que impacta tan solo de acercarse a ella.
Su construcción comenzó en el año 2013 y fue inaugurada en el año 2016.
El edificio es un homenaje a la montaña, que define tanto el clima como los suelos de la región.
Es un emprendimiento familiar, en 1963, el ingeniero Alberto Zuccardi, plantó las primeras hectáreas de vides en Maipú.
Hoy, 2 generaciones después, con Sebastián Zuccardi al frente, no ha dejado de crecer y desarrollarse hasta posicionarse como un importante referente de la vitivinicultura argentina.
Cada detalle de su construcción, de la experiencia que se vive en la bodega y por supuesto, sus vinos, explican por qué fue elegida Mejor bodega y viñedo del Mundo por tercer año consecutivo en el concurso The World ́s Best Vineyard, en 2019, 2020 y 2021.
Lo más destacado para nosotros: la degustación que hicimos en la famosa cúpula de la bodega (tan característica cuando se ve la construcción desde afuera) y desde donde se pueden apreciar vistas increíbles.
Entre viñas y montañas, está ubicada en la mejor zona productiva para el vino, es un espacio destinado al disfrute en todos sus sentidos.
Apostando por la calidad de su tierra, y la calidez de su gente, es que Carla Suarez Lastra decide emprender en San Carlos, Valle de Uco; logrando crear un lugar único que combina naturaleza, gastronomía de primer nivel y la excelencia en sus propios vinos.
Cuenta con una finca familiar, con casi 100 años de historia que se ha sabido mantener en el tiempo, transmitiendo el amor por su tierra, de la manera más rústica y real posible, de generación en generación.
Es una bodega que posiblemente no esté en el radar de las imperdibles cuando alguien va a visitar Mendoza por primera vez, simplemente porque no tiene el marketing de muchas otras.
Pero podemos decirles que ir a Mendoza en la región de Valle de Uco y no visitar esta bodega, sería un gravísimo error.
Allí no van a encontrar grandes construcciones ni arquitectura impactante. Lo que van a encontrar es una gastronomía que no se la van a olvidar en toda su vida, en donde en cada plato, se trasmite el amor por sus orígenes de la manera más real posible.
Y sus vinos, están al mismo nivel que su cocina, expresando lo mejor de su región.
Sin duda un imperdible para marcar con rojo y subrayarlo.
Está ubicada en Los Sauces, Tunuyán, Valle de Uco. Es una bodega familiar que sus dueños la consideran como una prolongación de su propia casa. Con gran respeto por los procesos, confianza en su gente y el cuidado meticuloso de cada detalle, hacen de esta bodega no sólo un lugar único sino que también se puede apreciar ese cuidado a través de sus vinos.
Allí disfrutamos de una exquisita cena. Fuimos a la noche por lo que no tuvimos la oportunidad de apreciar en detalle todos sus alrededores.
Sus vinos nos gustaron mucho, así también como la atención recibida.
Lo mas destacable: su ambientación al atardecer con fogones, música y hermosas vistas. Nos queda pendiente explorarla más a fondo en otro próximo viaje.
Está situada al pie de la Cordillera de los Andes.
Perteneciente a la familia Péré Vergé, son apasionados por los grandes vinos del mundo.
La familia arribó a la Argentina a finales de los años 90, con el fin de construir una bodega que fuera uno de sus lugares favoritos en el mundo.
Marcelo Pelleriti, su director general y enológico, es hoy uno de los referentes de la enología mundial.
De la mano de su sabio maestro Michel Rolland, tomó su vuelo propio haciendo vinos que se destacan en el mundo.
Fue una de las dos bodegas pertenecientes al grupo de los inversores franceses Clos de los 7 que visitamos.
Lo mas destacado: sus vinos y sus impresionantes vistas.
No almorzamos allí por lo que no podemos juzgar sobre su gastronomía, pero seguramente sea de primera, como es de esperar.
También integra al grupo de bodegas de los inversores franceses Clos de los 7.
Tiene una arquitectura impactante y producen vinos para los paladares más exigentes.
El tour por la bodega fue súper interesante.
Pero sin dudas lo mas destacado fue el exquisito almuerzo de pasos a cargo del chef Santiago Orozco Russo, cada plato una obra de arte que él mismo nos fue contando muy generosamente, y que acompañamos con una gran selección de los vinos de la bodega .
Su restaurante este año fue elegido entre los 50 mejores restaurantes de bodega del mundo según los “Best 50 of the world”, la verdad que entendemos por qué.
Sin dudas fue otro de los puntos fuertes de este viaje.
La familia Benegas tiene una larga historia en la industria vitivinícola argentina. En el siglo XIX, Don Tiburcio Benegas fundó la bodega "El Trapiche" y contribuyó al crecimiento de la industria en Mendoza. Sin embargo, la empresa familiar se disolvió en los años 70 debido a la crisis.
Federico Benegas Lynch, de la cuarta generación, decidió recuperar el legado familiar y adquirió Finca Libertad en 1999.
En 2001, compró una antigua bodega en Luján de Cuyo, que restauró y equipó con tecnología moderna. En el año 2000, Benegas lanzó su primera cosecha comercial. Hoy en día, la bodega refleja la pasión y la excelencia de la familia Benegas en la producción de vinos, rodeada de viñedos en una ubicación privilegiada de Mendoza.
Tiene más de 150 años de historia y sus viñedos son orgánicos (algo que casi nadie sabe porque tienen un perfil extremadamente bajo y comunican muy poco sobre ellos mismos).
Recorrer sus instalaciones es como viajar en el tiempo y meterse en una película de época.
Producen sólo vinos de altísima gama, pensados para ser guardados por mucho tiempo. Un verdadero enófilo jamás debería dejar de visitarla.
Lo mas destacado: la degustación en la cava subterránea junto a Franco, su sommelier, que podemos decir que fue una de las favoritas del grupo, por habernos transmitido tanta pasión a través de cada vino.
Este es otro ejemplo de bodega que seguramente no esté en la lista de las imperdibles para alguien que vista Mendoza por primera vez. Y otro ejemplo de que se perderían de mucho por no incluirla.
Se trata nada más y nada menos que de la casa de Alejandro Vigil, enólogo de Catena Zapata, donde se elaboran los vinos El Enemigo.
Ubicada en Maipú, está inspirada en el mágico mundo de la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Es muy difícil destacar una sola cosa, porque todos sus alrededores en sí mismos son una experiencia, así como la ambientación de cada rincón, nada es al azar.
Cada plato de su restaurante está elaborado con productos de la huerta familiar. Y los vinos, con excelentes puntajes internacionales, son el tesoro de esta bodega que parece tener al arte y la historia como los pilares en esta gran vivencia sensorial.
No es casualidad que esté entre los 20 mejores lugares para visitar en el mundo y su restaurante sea el único de Mendoza mencionado en la Guía Michelin .
Ese fue el lugar elegido para nuestra última cena en Mendoza.
No visitamos la propia bodega sino su restaurante, inaugurado apenas el año pasado, que fue construido sobre el sótano de una antigua bodega de 1920.
El nombre “Angélica”, fue pensado en honor a la madre de Nicolás Catena, fundador de la bodega.
Su arquitectura (creación del arquitecto Ricardo Zumel), las vistas, el mobiliario, su servicio y gastronomía, son de nivel internacional.
La construcción está inspirada en las antiguas aldeas que surgieron aproximadamente en el S II a. C. en la zona que hoy es Italia, como un homenaje de la familia al “viejo mundo”.
Las piedras cortadas a mano, los ladrillos mandados a hacer artesanalmente, los durmientes de madera reciclados en el techo, el piso de madera de barricas usadas, la fuente del patio interno, las arañas y su mobiliario, crean un ambiente sacado de una película medieval que nos transportó al viejo mundo .
Desde su terraza con vista a los viñedos, a lo lejos se puede apreciar “la pirámide” en donde se encuentra la bodega que fue construida como un homenaje de la familia Catena al nuevo mundo y a la civilización Maya.
Allí disfrutamos de un extenso menú de 7 pasos, cada uno maridado a la perfección con los increíbles vinos de la bodega.
Su menú incluyó varios platos de cocina local y algunos de ellos también fueron inspirados en los gustos de Angélica, como su primer plato "la picada" y el principal "pic nic".
Nos sentimos verdaderos reyes en un banquete, viviendo por dentro un capítulo de “Game of Thrones”
Lo mas destacado? Sencillamente todo: lugar, vinos, gastronomía y atención. Nos queda pendiente conocer la bodega (pirámide) para el próximo viaje.
Es la única bodega de Mendoza ubicada en medio de la ciudad.
Perteneciente a la familia Millán, esta bodega representa la arquitectura de la Revolución Industrial y se identifica con los valores culturales de la sociedad Mendocina y de la edad de Oro de la vitivinicultura Argentina.
En 2008, fue declarada Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza.
En 2022 celebró sus 100 años, lo cual representó un hito de la historia vitivinícola argentina.
Es la bodega mendocina que más vinos exporta a Brasil.
Su línea de vinos "Mosquita Muert" comienza en 2010 de la mano de José Millan (hijo). Entre otras de sus líneas podemos encontrar: "Perro callejero", "Sapo de otro pozo" y "Fuego Blanco".
Sus alrededores son realmente hermosos, así como su salón de fiestas y su restaurante, “Abrasados”, el cual fue galardonado con el premio “Mejor restaurante en Bodega del Mundo”, según la guía Great Wine Capitals 2023.
Lo más recomendado: sus vinos y su gastronomía, en la que se destacan las carnes maduradas y las pastas de la "nonna".
Con esta bodega cerró nuestro itinerario y nos llevamos un pedacito de Mendoza con nosotros.
Sin duda sabemos que hay tanto más para explorar en tierras de nuestros hermanos argentinos, que ya estamos pensando en la edición Mendoza Modo VIP 2024.
Muchas gracias a todo el gran equipo de Wine Obs Argentina por compartir nuestra pasión por el vino y el enoturismo, haciendo posible que tuviésemos un viaje tan interesante y especial.
Y por supuesto, lo más importante, a los 13 amigos que nos acompañaron, confiaron y lo hicieron posible!
Salud!
Foto: Tavis Davidson
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