Visita a Cofradía de la Sierra

El 16 de agosto vivimos una experiencia muy especial con Wine Explorers: visitamos la bodega Cofradía de la Sierra, en Pueblo Edén, Maldonado. Nos recibieron con los brazos abiertos, recorrimos las instalaciones y compartimos un almuerzo delicioso a cargo del chef  Leonardo Etxea, maridado con los vinos atlánticos de la bodega! Fue una jornada íntima y auténtica, rodeados de gente maravillosa, buena comida y vinos excepcionales.

El pasado sábado 16 de agosto visitamos una bodega que nos encanta: Cofradía de la Sierra.

Está ubicada en Maldonado, en la Sierra de Carapé, muy cerca de Pueblo Edén, a 2.30 hs de Montevideo.

Su nombre “Cofradía de la Sierra” responde justamente a que se trata de una congregación de amigos con un fin común: hacer el mejor vino posible.

Las caras visibles de este proyecto son  Alejandro Chertkoff (su director), junto a su esposa Stella Fernández, quien lleva adelante un proyecto de lana merino llamado Fina de prendas tejidas a mano en telar, el ingeniero agrónomo Federico Baccino, y la enóloga Fiorella Faggiani, galardonada como Enóloga Revelación del Año 2023 por la publicación Descorchados.

Las tierras fueron adquiridas en 2020 y realizaron la primera vendimia en enero del 2023.

Las variedades que producen en sus viñas son: Albariño, Petit Verdot, Tannat, Pinot Noir y Merlot. 

En nuestra visita con apertura exclusiva para Wine Explorers, fuimos recibidos

por Alejandro y Stella, recorrimos la bodega y disfrutamos de un almuerzo espectacular a cargo del chef invitado Leonardo Etxea, gran referente de la cocina Vasca desde hace más de 15 años en Punta del Este. Cada paso fue un verdadero deleite, pero la paella preparada en vivo se llevó todos los aplausos.

El menú estuvo pensado especialmente para maridar con los vinos atlánticos de la bodega: Albariño, Petit Verdot, Tannat, Pinot Noir y Merlot. Una verdadera experiencia eno-gastronómica.

Realmente fue un día de esas que, como buenos exploradores, amamos vivir.

Una visita tremendamente especial, auténtica, íntima, en la que además de estar rodeados de gente maravillosa, disfrutamos de exquisita comida y vinos excelentes, con vista a las Sierras de Carapé.

¿Qué más se puede pedir?

Muchas gracias por recibirnos con tanto cariño, lo sentimos cada uno de los que lo vivimos. Y por supuesto, gracias infinitas al grupo multicultural que nos acompañó.  Sin ellos nada sería posible.

Felicidad total!

Fotos: Tavis Davidson

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